En el ámbito educativo, es esencial establecer una coherencia en la formación de los docentes, poniendo a la pedagogía como eje central del proceso educativo. Actualmente, la disparidad en la preparación de los educadores y la falta de énfasis en la pedagogía según el nivel o asignatura que imparten generan brechas en la calidad educativa. Existe una necesidad de una formación sólida en pedagogía para todos los docentes, desde profesores de idiomas hasta profesores universitarios, como medida para mejorar la educación en su totalidad.
La coherencia y calidad del sistema educativo están intrínsecamente vinculados a la formación de los docentes. Ellos desempeñan un papel fundamental en la transmisión de conocimientos y en el desarrollo de habilidades de los estudiantes. Aquí es donde la pedagogía se convierte en el principio fundamental que proporciona las bases para entender cómo aprenden los estudiantes y adaptar las estrategias de enseñanza a sus necesidades individuales.
En el sistema educativo actual, existe una gran diferencia en cuanto a la formación docente en pedagogía. Mientras que algunos maestros reciben una sólida preparación en esta área, otros actores, como los docentes de idiomas y los profesores de secundaria, a menudo reciben un énfasis mayor en metodologías más específicas, sin una formación suficiente en pedagogía. Por su parte, los docentes universitarios, aunque posean habilidades y conocimientos en su campo de especialización, carecen en gran medida de una formación adecuada en docencia. Esto genera dificultades a la hora de transmitir conocimientos de manera efectiva a los estudiantes.
Las diferencias en la formación docente tienen implicaciones directas para los alumnos, provocando falta de sintonía entre los educadores y los estudiantes y afectando el proceso de aprendizaje. Los estudiantes pueden tener dificultades para comprender y asimilar los conceptos presentados debido a la falta de adaptación de las estrategias de enseñanza por parte de los educadores. Estas brechas se hacen más evidentes a medida que los estudiantes avanzan de un ciclo educativo a otro, interrumpiendo de esta manera su proceso educativo.
Para mejorar la calidad educativa en su totalidad, es imperativo que todos los educadores reciban una formación sólida en pedagogía. Al asegurar que todos los docentes tengan una formación adecuada en pedagogía, se garantiza una práctica educativa más efectiva y adaptativa, lo que permite una mejor conexión con los estudiantes.
Con el fin de cerrar las brechas existentes en la formación docente y mejorar la calidad educativa, la formación en pedagogía debería ser obligatoria en todos los niveles de la enseñanza. Esto incluiría a los maestros, docentes de idiomas, profesores de secundaria y docentes universitarios, quienes deberían recibir capacitación en pedagogía de manera sistemática. Además, se deben desarrollar programas de desarrollo profesional continuo para los docentes, para promover el aprendizaje y la actualización constante en pedagogía.
Solo a través de una formación docente adecuada podremos mejorar el sistema educativo y brindar una educación de calidad a todos los estudiantes.