Las consecuencias del daño que estamos haciendo al planeta, nos está costando y nos costará demasiado, en todo sentido.
Debemos actuar ya, con medidas que frenen la situación y no hagan más daño.
Existen varias medidas audaces que podrían ayudar a reducir los riesgos, prepararse y responder a las emergencias sanitarias actuales y futuras del planeta.
Para esto obviamente se necesita invertir.
Habría que volcar recursos para la investigación y el desarrollo de nuevas tecnologías médicas.
Se deberían crear redes de vigilancia de enfermedades, con alerta temprana y respuesta rápida, para que el personal médico se pueda movilizar rápidamente.
Los gobiernos deben coordinarse globalmente, creando redes, tanto así como con organizaciones internacionales, vinculando sector público y privado, en este abordaje.
Dentro de la inversión, la capacitación del personal médico, es fundamental, tanto así como la construcción de infraestructuras sanitarias de alta calidad, especialmente en las regiones más pobres y vulnerables del mundo.
Fortalecer los sistemas de salud pública a nivel nacional e internacional, sería otro tema central, tanto como la inversión en la investigación al respecto.
Hay que abordar el tema de estas amenazas de manera efectiva, es claro que requiere de una amplia colaboración y una inversión significativa en recursos y por supuesto, de grandes esfuerzos, pero no solo hay que pensarlo, hay que trabajarlo y llevarlo a cabo.
Estas acciones, permitirían actuar en prevención, pilar básico para la resolución de problemas.
Es fundamental la promoción de estos temas, nadie duda que el mundo tiene que mejorar, trabajemos fuertemente en ello.
La tierra nos reclama, hay que avanzar.